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lunes, 16 de mayo de 2016

Un encuentro entre periodistas y los alcaldes del barrio en Contramaestre


Periodistas de Contramaestre y delegados del Poder Popular sostienen fraternal encuentro


Ángel del Toro Fonseca
Fotos Adyanis Castillo Licea 
 
Desde niño tuve una pintoresca visión de los alcaldes que campeaban a su antojo en Cuba antes del 1ro. De Enero de 1959. Hasta un afamado programa de la televisión nacional; de nombre “San Nicolás del Peladero”; me mantenía electrizado cada Miércoles a partir de las 9 de la noche, en un pequeño asientico de la casa paterna de Palma Soriano, mientras el guión televisivo recreaba humorísticamente los desmanes de un alcalde corrupto, de los policías sobornados, de las primeras damas que ocultaban bajo sus encajes el dinero estafado en colectas humanitarias y tómbolas, del guapo del pueblo y del botellero que lisonjeaban al alcalde a cambio de jugosas ganancias. Esta era la imagen de la Cuba de antes del triunfo de la Revolución Cubana.
Una realidad bien distinta la pude corroborar hace solo unos días, durante un encuentro entre periodistas de Radio Grito de Baire y  delegados de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Contramaestre, quienes; luego de haber sido electos democráticamente para representar al pueblo; cumplen con honrosas tareas en la demarcación de Maffo. En esta parte de la geografía de Contramaestre,  donde se libró la última batalla de las guerras por la emancipación del pueblo cubano en 1958, radica el Consejo Popular de igual nombre, quien vela por la implementación de la política de la Revolución Cubana allí. Hasta Maffo llegamos los periodistas de Contramaestre, invitados por el Presidente del Consejo, Benedicto Enamorado Mora, para poner los oídos a la tierra y conocer bien de cerca del quehacer de los alcaldes cubanos del barrio.

Una amena discusión entre delegados y periodistas sobre cómo gobernar mejor
La casa natal de Orlando Pantoja Tamayo fue el escenario del encuentro de homenaje a los periodistas de Contramaestre y por los 40 años de constitución de los Órganos Locales del Poder Popular. La misma casa que atesora los más importantes objetos personales y las imágenes de la vida del Capitán “Olo Pantoja” de las guerrillas de la Sierra Maestra y de las montañas de Bolivia junto al “Che” Guevara.
Del intercambio de experiencias entre los periodistas de la radio de Contramaestre y los 16 genuinos gobernadores del pueblo en Maffo, surgió la clase magistral sobre las definiciones de “demarcación” y “Consejo Popular”, impartida por el Presidente Benedicto; pudimos disfrutar de la vehemencia de Ignacio Castro Guevara, el delegado con 27 años de experiencia en las lides junto al pueblo; sobre cómo se salvó la vida de un niño que padecía el déficit de glóbulos blancos en la circunscripción 39 de Maffo gracias al concurso del pueblo, del gobierno en la base y a la grandeza de la Revolución.
La mañana se llenó de anécdotas y amor, pues junto al homenaje a todas las madres presentes, la delegada Gladys Torres dejó clara su devoción por el Comandante en Jefe Fidel Castro y estampó un beso en la frente de la periodista Moraima Zulueta Torres, de “su niña Moraima” como ella misma le llama. Periodistas y delegados comprendieron la justeza de la política editorial de la prensa de Contramaestre, quien se prestigia de contar con 7 periodistas estrechamente vinculados al quehacer de los Consejos Populares en donde residen. Nada, pura respuesta al llamado del Presidente Raúl Castro de estar con los oídos bien pegados a la tierra por lo cual trascendió el compromiso de estrechar al máximo las relaciones de trabajo.

Isela Pantoja Tamayo, hermana del mártir Olo Pantoja, rodeada de periodistas
El encuentro con los “alcaldes del barrio” de Contramaestre, que nada tienen que ver con los del pasado ignominioso de la República Mediatizada en Cuba, fue útil para estrechar las relaciones de amistad y labor entre periodistas y delegados del Poder Popular, para conocer de los problemas de la comunidad y motivar el interés hacia la búsqueda de las genuinas historias de la Revolución, en los cubanos más humildes que están los barrios de esta nación.
Isela Pantoja Tamayo “Chelona”, hermana del legendario “Olo Pantoja” presenció expectante el encuentro, levantó sobre su pequeña estatura el espíritu del querido combatiente y exhortó a la prensa a cumplir con la defensa de la historia de luchas del pueblo, que da más fuerzas para seguir adelante.

Chelona: una madre de la patria

martes, 28 de octubre de 2014

Conversación entre un héroe y un poeta


René Gonzalez junto a su esposa Olga Salanueva en Santiago de Cuba
La historia a contar no es una cosa de dioses aunque pudieran serlos, se trata de hombres colocados en la Tierra como para hacer el bien por voluntad divina, mientras otros tantos cuales fariseos canallescos se encargan de entorpecer su labor. De un héroe y un poeta trata esta historia… o más exactamente: de un héroe que no pretende serlo y de un poeta que aspira a ponerse a los pies de la grandeza.
El Héroe de mi historia, que es René González, fue nombrado como tal por la República de Cuba. El y su esposa Olga Salanueva visitaron recientemente a la ciudad de Santiago de Cuba. De allí confesaron salir con los equipajes cargados de optimismo, de historia y de heroísmo. Contramaestre es parte de este halago, porque en uno de esos equipajes de seguro van guardadas celosamente dos cuartillas escritas por un hombre sencillo y carcajeante: Virgilio Estrada, el decimista de estas tierras, a quien su pueblo ha nombrado exclusivamente como “el poeta”.
No voy a contar la historia completa de los dos. De René González, la humanidad se encargará de colocarle en la gloria junto a otros cuatro cubanos luchadores contra el terrorismo. Y en el caso de Virgilio Estrada,  solo una pincelada para conocerlo: un humilde guajiro de la Sierra Maestra que tanta historia carga a cuestas y que fue capaz de vender hasta sus objetos personales en una ocasión, para intentar hacer una caminata hasta La Habana y entregar allí sus décimas por los Cinco Héroes Antiterroristas Cubanos. El empeño no fructificó y Virgilio tuvo que esperar muchos meses para encontrarse con uno de los Cinco Héroes.
En esta historia el optimismo pudo más que la espera. El pasado 13 de Junio del 2014, otro de los Héroes de la República de Cuba, Fernando González, escucho en Contramaestre las décimas del poeta de esta historia, cantada por un grupo de música tradicional cubana que responde al nombre artístico de “Lolo y sus muchachos” Tanta fue la ternura y la emoción, que Fernando prometió regresar a esta ciudad junto a sus cuatro hermanos de lucha contra el terrorismo, cuando todos fueran libres. Aquel 13 de junio por azares de la vida, tampoco Virgilio pudo estar con sus héroes de ensueño.
Fernando González con Lolo y sus muchachos
Al encuentro con René González marchamos el pasado miércoles 21 de octubre del 2014 Virgilio Estrada y este reportero. El Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos de Santiago de Cuba (ICAP), nos acogió en medio de una oleada de pioneros, artistas, periodistas, integrantes de organizaciones no gubernamentales, combatientes de la Revolución Cubana, trabajadores de la educación y decenas de santiagueros que se dieron cita allí para recibir los testimonios de un hombre, que parece como extraído de las paginas de un libro de aventuras y que niega ser un héroe por la sencillez de sus palabras.
Mis improvisados fotógrafos de la radio Ivón Palau Infante y Néstor Clavería Milanés, disfrutaron mucho más que yo de este momento de grandeza. 
Una de mis fotógrafas posa junto a René y Olga
 Esa tarde de miércoles no alcanzaba el tiempo para los oradores y al poeta Virgilio no le concedían la palabra para expresar sus versos. En medio del nerviosismo por la espera en una improvisada tribuna abierta, intercambié con el poeta anécdotas sobre dos encuentros con el Comandante en Jefe Fidel Castro hace muchos años y un atrevido ascenso al Pico Turquino sin siquiera un guía.
Mientras tanto René González contaba de cómo él y sus compañeros desafiaron a los jueces del amañado proceso en el Sur de la Florida, de cómo ya contaban con la amistad se las secretarias de la sala de audiencias para lograr una traducción fiel de sus alegatos y sobre la impotencia de la presidenta del tribunal, demostrada con su rostro gacho, ante las evidentes acusaciones de los 5 Héroes Cubanos.
René pareció el muchacho alborozado pero al mismo tiempo sumamente serio y hasta triste al reconocer, que si los cubanos todos y la humanidad solidaria no hacen patente su adhesión a la causa de su libertad, Gerardo Hernández Nordelo puede morir en la cárcel y no tener la dicha de tener un hijo, pues sus condenas suman dos vidas y otra vida más en prisión perpetua.
Las anécdotas afloraron pero de pronto…  la voz del conductor de la conferencia de prensa anunció que el tiempo había terminado y que una pionerita santiaguera cerraría las intervenciones. Parecía que una vez más el poeta quedaría con sus versos al hombro, pero sorpresivamente su figura menuda se hizo enorme a lo largo del pasillo central del evento. En un arrebato muy cubano, Virgilio, sorteó el gentío con largos pasos y llegó hasta René, le entregó dos cuartillas de versos y fotos y estrechó sus manos en medios de frases amistosas y apretones de mano.
Virgilio Estrada entrega sus décimas a René González
Virgilio había cumplido parte de los sueños y todo parecía el fin de sus deseos. Regresó a su asiento como un niño alborozado y pronunciando con firmeza: ¡Yo no podía irme de este encuentro, sin cumplir mi misión!
La sorpresa colmó a todos  minutos antes de la partida de René. Micrófono en mano, el héroe proclamó tener el privilegio de cerrar sus testimonios con la lectura íntegra de las dos cuartillas de Virgilio Estrada. Las dos últimas líneas parecían entrañar el deseo de todos los cubanos:
“Confío pronto estarán, en Cuba todos reunidos, porque estamos convencidos , que los Cinco volverán”
Confieso que a partir de estas letras se perdió el control entre los presentes. Como abrazado a un torbellino multicolor, René González y su esposa aparecían y desaparecían entre los flashes fotográficos, los besos y abrazos y los estrechones de todos los que querían conservar una imagen al lado del héroe.
René González junto a los pioneritos de Santiago de Cuba
René González junto a su pueblo de Santiago de Cuba
 De Virgilio Estrada no supe hasta ocupar nuestro lugar en el ómnibus de regreso al terruño de Contramaestre. Temblaba de emoción durante el viaje y la sonrisa no abandonó jamás el rostro del poeta. En el aire caliente de la ciudad centenaria, quedó el puño en alto de este humilde cubano y la frase lapidaria: ¡Por fin cumplí mi compromiso

martes, 9 de septiembre de 2014

El valor que no está en el reino de los cielos de Cuba

Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz

Angel del Toro Fonseca

Una de las cualidades humanas que es inherente a los cubanos es el valor. Ese que nos hace intocables e intransigentes por nuestros derechos, en cualquier parte del mundo.
Quizás por esa cualidad, el cubano más grande de esta generación, renunció a la riqueza de su familia y se enfrentó abiertamente a una dictadura, que en los años 50 del pasado siglo, asesinaba a diestra y siniestra a quien se le oponía.

Ese cubano organizó un insólito asalto a la segunda fortaleza de Cuba el 26 de Julio de 1953, se salvó casi de milagro, estuvo a punto de ser asesinado en las estribaciones de la Sierra Maestra y luego a pecho descubierto enfrentó a todo un jurado que le condenaba y se convirtió de acusado en acusador. A ese cubano la historia lo comenzó a absolver por su valor, desde que lo encerraron sin luz para leer sus libros en el Presidio Modelo de Isla de Pinos. Continuó desafiante y al salir de la prisión, declaró su destino de liberar a Cuba o convertirse en mártir. Tuvo el valor de enfrentar el exilio, de conducir una expedición llena de soñadores, de emprender una batalla suicida y de ganar una guerra contra 20 mil soldados de la dictadura y un imperio al frente.

No alcanzan cuartillas para hablar del valor de este hombre. Es solo parte de la historia de un cubano que tuvo el valor de prohibir monumentos y el culto a su persona, que condujo esta nave durante el Período Especial y sigue aun como su Comandante en Jefe. No hace falta el nombre. Gracias a la práctica de este hombre hoy somos fidelistas, que equivale a ostentar la c de coraje para vivir en Cuba hoy y no abandonarla a su suerte.

Pero como en todas las batallas hay víctimas, y desdichadamente en la nuestra hay algunos cubanos a quienes les falta la c. Les falta el coraje a algunos para continuar viviendo con modestia y ayudar al prójimo en apuros. Les falta el coraje a quienes atienden todos los días a las amas de casa o los ancianitos subsidiados, y dicen redondamente No por el peso que falta para tomar el coche o para comprar la ensalada.

Falta el coraje para recordar que en medio del Período Especial se alimentaban hasta tres casas con una cucharada de aceite o se compartía entre los niños de la cuadra lo que se conseguía para uno. Va faltando el coraje para responder al vecino necesitado de una escalera, que no se cobra ni un medio por hacerla, porque quien la va a usar es precisamente una vecina enferma y necesitada.

Falta el coraje en algunos que acaparan para vender sin mirar el rostro y toman las monedas sin preguntarte si esas son las únicas que te quedan para el mes. Falta el coraje en quienes van seleccionando los amigos por lo que tienen y pueden dar y  no por el corazón; por el puesto y no por la moral. Falta coraje en estos tiempos para denunciar a quien roba, aunque se sepa que me este robando a mí; para reclamar el derecho de lo que me toca, para tocar a las puertas de los responsables y llevar un análisis hasta sus últimas consecuencias.

Falta coraje en no pocos que van dejando pasar el tiempo y la vida, a ver como termina Cuba sin hacer nada. Hace falta valor para admitir la crítica del humilde y no justificar tanto al funcionario negligente, sea quien sea. Para llegar a las fábricas y al surco y dialogar primero con el obrero y el campesino que no mienten y solo se contentan con que le den los recursos para trabajar más y mejor. Esos, que como los niños, ni callan verdad, ni dicen mentira. Pero hace falta también valor y fe para reclamar los derechos de un colectivo en asamblea abierta, ante quien sea y donde sea; para proponer caminos y exigir respuestas al no se puede.

Hace falta valor para alcanzar la Cuba próspera que nos hace falta, aunque estoy absolutamente seguro de que sobra coraje para enfrentar a quien intente poner un pie en este país en son de guerra. Pero ese no es el caso. Son más delicados otros temas de estos tiempos.

Hace falta coraje para rescatar el valor que no está en los reinos de los cielos sino aquí bajo nuestras plantas. Para refrescar las ideas del Comandante y enrumbar por donde parece más difícil; para dejar a los pusilánimes a un lado y decirle a nuestros hijos y nietos un día: yo soy fidelista que equivale a ser valiente hasta la muerte.

sábado, 8 de diciembre de 2012

La Rinconada: Donde Fidel Castro planifico la liberación definitiva de Cuba

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Por este sitio se inicia el asecenso a la cueva de la Rinconada

Por Angel del Toro Fonseca



Mientras en segunda quincena de Diciembre de 1958, en la plaza de Maffo el Ejército Rebelde cerraba cada vez más el cerco sobre las tropas sitiadas en el BANFAIC, a decenas de kilómetros, a medio camino entre Baire y Jiguaní, un retiro campestre dio cabida al encuentro de dos hermanos rebeldes: en La Rinconada se abrazaron Fidel y Raúl el 17 de diciembre de 1958 a las 11:00 de la mañana, luego de haberse separado desde el 1ro. de marzo en Pata de la Mesa, Comandancia del Che en el corazón de la Sierra Maestra.
Incluso en la actualidad, cuando la Revolución ha abierto caminos de montaña en todos los rincones de Cuba, cuesta un poco de trabajo llegar hasta el último puesto de mando del Comandante en Jefe del Ejército Rebelde Fidel Castro en las montañas del territorio oriental de Cuba.

Un camino serrano conduce hasta la exuberante reserva natural que alberga un sitio legendario para los cubanos. “La Rinconada” da nombre a un accidente geográfico de pura roca, que sirvió de campamento al Mayor General del Ejército Libertador Cubano Calixto García Iñiguez durante las guerras de 1868 y 1895 contra la ocupación colonial española de la Isla de Cuba

Quiso la historia que nuestro máximo líder durante su campaña liberadora entre 1956 y 1959, apreciara las ventajas del lugar por su seguridad y lo designara como su cuartel general entre los días 7 y 19 de Diciembre de 1958, posterior a la victoria sobre las tropas del régimen dictatorial de Fulgencio Batista en la Batalla de Guisa.

Este lugar constituyó un gran asentamiento aborigen cuya presencia se confirma hoy con el hallazgo de restos de vasijas de barro y hachas petaloides. El espacio, constituido por una gran solapa de unos 3 metros cúbicos de dura roca; no llega a ser una cueva como algunos creen.
El autor asciende de las profundidades de La Rinconada

Las rocas de mediano tamaño y el follaje de la vegetación, ofrecieron refugio natural a los combatientes del Ejército Rebelde de los ataques de la aviación enemiga. Un manantial que se escapa de entre las raíces de un enorme árbol, todavía sortea  las piedras para abastecer de agua a los pobladores de la comarca.

Casi en el centro del histórico sitio, se conservan, una palma real cubana y un árbol frondoso de caimito, donde amarraron sus hamacas, el comandante Fidel y sus subalternos: Calixto García Martínez, Juan Almeida  Bosque, Efigenio Ameijeiras, Francisco “Paco” Cabrera, Pedro Miret Prieto y Celia Sánchez Manduley.

En este lecho descansó el Comandante en Jefe Fidel Castro luego de un resfriado

Desde esta Comandancia, la planta  matriz de la Radio Rebelde en la Sierra Maestra, transmitió las orientaciones del Comandante en Jefe, a  otras 20 estaciones ubicadas en el territorio nacional cubano durante la guerra de liberación.

También desde aquí, Fidel dirigió las operaciones militares para la liberación de los poblados de Jiguaní, Baire, Maffo y la ciudad de Palma Soriano durante la primera quincena del mes de Diciembre de 1958. En este intrincado sitio, los campesinos pudieron atender esmeradamente al Comandante, lavar las ropas de su Estado Mayor, cocinarle y hasta desafiar al ejército de la dictadura que en más de una ocasión puso en fila a los vecinos para amenazarles de fusilamiento si no les ofrecían datos sobre el Ejército Rebelde.
En esta vivienda, a unos 500 metros de La Rinconada fue atendido el Comandante en Jefe Fidel Castro

Solo 24 horas después del encuentro con Raúl, “La Rinconada” fue sede de la más importante reunión entre los jefes rebeldes en Cuba y los propuestos a ocupar la dirección del país como Gobierno Provisional en cuanto triunfara la Revolución. Allí se trazó estrategia a seguir en todos los frentes de combate con el objetivo supremo de tomar la ciudad de Santiago de Cuba antes del fin del año 1958.